MI HISTORIA
La mayor parte del personal y los abogados de Izaguirre Law Firm cuentan con experiencias personales de inmigración de alguna u otra manera, desde historias de abuelos escapando de la Alemania Nazi hasta albergar estudiantes de intercambio que viene a los Estados Unidos como inmigrantes.
En mi familia los inmigrantes más recientes son mis bisabuelos que vinieron a Estados Unidos desde Alemania. Pero ellos vinieron en una época cuando hablar alemán era considerado antipatriótico así que nunca pudieron realmente celebrar su herencia alemana. A pesar de esto, he tenido inmigrantes en mi vida desde muy temprana edad.
Cuando tenia cerca de 8 anos, mi familia apadrino a una familia refugiada proveniente de Laos a través de nuestra iglesia. Nos dijeron que quizás esta familia no sabría ni siquiera como usar una lavadora o una estufa, pero resultó que el padre había trabajado en un hotel internacional. Esto cambió nuestras expectativas. Recuerdo como reía y jugaba con los dos niños pequeños, pensando que ellos eran igual que yo, solo que de un lugar diferente.
Cuando era una adolescente, mi familia albergó estudiantes de intercambio de Francia y Japón. Era otra oportunidad de aprender más sobre nuevas culturas, probar comida diferente y de aprender un nuevo idioma. Ser un estudiante de intercambio siendo un adolescente no es fácil – están lejos de su hogar y extrañan a su familia – pero cada uno de ellos trajo consigo algo nuevo e interesante y enriquecieron mi vida.
La primera vez que tuve la oportunidad de ser un inmigrante fue cuando viví en Brasil. Mientras me enamoré de Brasil, su idioma y cultura – y especialmente su comida – también viví por primera vez lo desorientador que puede llegar a ser cuando eres inmigrante. Sabía como funcionaban las cosas en mi país pero en este nuevo lugar, me sentía inútil. Tuve que aprender todo desde cero – como pagar mis cuentas, como escribir cheques y como moverme. Incluso cuando ya tenia un tiempo estando ahí y sabía hablar un poco de Portugués para poder moverme, nuevas cosas me sorprendían. Pienso mucho en ese tiempo cuando trabajo con mis clientes. Para cuando acudí a la escuela de leyes, sentía una fascinación y amor por otras culturas e idiomas. Sabía que quería trabajar con inmigrantes – tengo los mejores clientes del mundo y ellos me enseñan cosas nuevas todos los días.
~Stephanie Izaguirre